El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es un trastorno psicológico que puede desarrollarse después de experimentar o presenciar un evento traumático. En algunas ocasiones, puede desarrollarse al conocer que una persona cercana ha sufrido un suceso traumático, sin necesidad de presenciarlo directamente o cuando estás en contacto o expuesto de forma repetida a detalles desagradables de la situación traumática. Estos acontecimientos traumáticos ponen en peligro la seguridad física y/o emocional y pueden ser situaciones de violencia, de abuso, accidentes graves como, por ejemplo, accidentes automovilísticos, desastres naturales u otras experiencias traumáticas. En este artículo te explicamos cuáles son los síntomas y las causas del estrés postraumático y te contamos en qué consiste su tratamiento.

Síntomas del trastorno por estrés postraumático

Teniendo en cuenta el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-V), los síntomas del trastorno tienen que durar más de un mes y tienen que afectar significativamente a la calidad de vida de la persona. Los síntomas se clasifican principalmente en 4 tipos:

Síntomas de intrusión

  • Cuando se revive el suceso traumático.
  • Recuerdos traumáticos continuos, involuntarios e intrusivos.
  • Sueños angustiosos recurrentes.
  • Reacciones en las que te puedes sentir o en las que puedes actuar como si se repitiera el suceso traumático.
  • Malestar o reacciones físicas intensas como palpitaciones, temblores, sudoración excesiva… al exponerse a factores que se parecen a algún aspecto del evento traumático.

Evitación de estímulos

  • Cuando se evitan estímulos asociados al suceso traumático.
  • Evitación o esfuerzos para evitar pensamientos, recuerdos o sentimientos angustiosos.
  • Evitación o esfuerzos para evitar personas, lugares, conversaciones, actividades, objetos, situaciones que despiertan recuerdos, pensamientos o sentimientos angustiosos acerca del suceso traumático.

Alteraciones del pensamiento y del estado de ánimo

  • Incapacidad para recordar aspectos importantes del suceso traumático.
  • Creencias o expectativas negativas sobre uno mismo, los demás o el mundo (“No puedo confiar en nadie”, “El mundo es muy peligroso”).
  • Percepción alterada sobre la causa o las consecuencias del suceso traumático que hace que te acuses a ti mismo o a los demás.
  • Sentir emociones desagradables de forma continua (miedo, enfado, culpa, vergüenza).
  • Disminución del interés o de la participación en actividades importantes y agradables.
  • Sentimiento de desapego o de sentirse extraño con los demás.
  • Incapacidad de experimentar emociones positivas (felicidad, satisfacción, sentimientos amorosos).

Alteración en las reacciones físicas

  • Irritabilidad y arrebatos de ira contra personas u objetos.
  • Conductas impulsivas y autodestructivas como por ejemplo, el abuso de sustancias, conducción temeraria…
  • Hipervigilancia.
  • Respuesta de sobresalto exagerada.
  • Problemas de concentración.
  • Alteración del sueño (dificultad para conciliar o continuar el sueño, sueño inquieto).

Puede ser que presentes algunos síntomas de los descritos anteriormente, pero si su duración es de 3 días a 1 mes después del evento traumático, podríamos estar hablando de otro tipo de trastorno, el trastorno de estrés agudo.

Trastorno por estrés postraumático: Causas

No todas las personas expuestas a una situación traumática desarrollan estrés postraumático. La posibilidad de desarrollarlo depende de distintas causas, entre ellas, se incluyen características de los eventos traumáticos y distintos factores de riesgo. A continuación, detallamos algunas de las causas más habituales:

  • Frecuencia e intensidad de la experiencia traumática: una mayor frecuencia e  intensidad de las experiencias traumáticas (como violencia física o sexual, guerras, desastres naturales, accidentes graves, abuso o negligencia infantil…) pueden favorecer la aparición del trastorno. Estos acontecimientos pueden desencadenar una respuesta de estrés extrema que afecta a la capacidad para procesar el evento y regularse emocionalmente.
  • Factores de riesgo emocionales, genéticos y biológicos: a nivel emocional puede afectar haber experimentado algún evento traumático previo o algún problema de ansiedad o del estado de ánimo. También puede influir tener una predisposición genética a problemas emocionales, o una sensibilidad extrema al peligro.
  • Factores de estrés adicionales como dificultades laborales, económicas o pérdida de seres queridos.
  • Falta de apoyo social tras la situación traumática.

Por lo tanto, no existe una única causa que predisponga el desarrollo del trastorno de estrés postraumático, sino una combinación de diferentes factores. Trastorno por estrés postraumático

Tratamiento del trastorno por estrés postraumático

El tratamiento para el trastorno de estrés postraumático implica terapia psicológica, en ocasiones combinada con un tratamiento farmacológico. Este tratamiento debe ser personalizado según las características, necesidades y circunstancias individuales de cada persona. Dentro del enfoque psicoterapéutico destaca la terapia cognitivo-conductual por su eficacia demostrada en el trastorno de estrés postraumático. Puede incluir técnicas como la terapia de exposición asociada al evento traumático y la reestructuración cognitiva. También es importante el desarrollo de estrategias para el manejo de la ansiedad y de habilidades de autocuidado como, por ejemplo, la realización de actividad física, la respiración y la relajación, técnicas de atención plena. La conexión con familiares, amigos o grupos de apoyo es otro factor importante a tener en cuenta o a cultivar en el tratamiento del TEPT. Si llevas meses o incluso años viviendo con elevado malestar y sospechas que puedes estar experimentando trastorno de estrés postraumático, te recomendamos que busques ayuda profesional para que puedan realizar una evaluación y un plan de intervención adecuado para ti. En Psiquesonora estamos aquí para ayudarte en este proceso. No dudes en ponerte en contacto con nosotros.

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